Uno de los bienes de mayor demanda por parte de la población urbana de menores ingresos sin duda alguna lo constituye la vivienda. Por su alto costo económico, este bien junto con el ahorro teóricamente se consideran las principales fuentes de riqueza. Sin embargo, dadas las condiciones económicas de la población ubicada en el estrato inferior, dicho costo ha implicado la carencia y la no consolidación de la vivienda en el mediano plazo para este tipo de hogares.
La acción estatal en esta materia ha reconocido dicha problemática a través de organismos que han pretendido abarcar a la población urbana con menores recursos. No obstante, los procesos económicos ocurridos desde principios de los ochenta han permeado significativamente en la forma y los mecanismos para abordar dicha problemática. De hecho, se puede afirmar en principio, que la política habitacional ha sido uno de los casos mas notables que muestran la alta correspondencia en relación a la estrategia económica aplicada desde entonces, de tal forma que la propia lógica y dinámica de los organismos financieros del sector público han relegado el objetivo por los cuales fueron creados buena parte de los mismos.
El objetivo del trabajo consiste básicamente en demostrar la exclusión de los demandantes de vivienda de menores ingresos de los organismos crediticios públicos. Se parte del supuesto que dichos organismos de financiamiento podrían ser elementos constitutivos de la política social y en este supuesto, cabe la posibilidad de que se conviertan en una alternativa de solución a las necesidades de vivienda de dichos sectores.
El presente estudio tiene la finalidad de abordar cómo se ha venido desarrollando la actividad gastronómica en el Centro Histórico de la Ciudad de México a lo largo del tiempo, así como cuales son las características en cuanto a su oferta y demanda actual, Enel sentido de que esta actividad es parte integral de la función recreativa del espacio en cuestión.
Como es sabido, el Centro Histórico de la Ciudad de México a lo largo de las últimas cinco décadas se ha visto sumergido en un proceso de deterioro debido a la combinación de diversas circunstancias, como el crecimiento de nuevas zonas habitacionales y de servicios, lo que provocó que familias con ingresos medios y altos, así como negocios, oficinas, servicios se fueran reubicando en otras zonas de la ciudad en la búsqueda de mejores condiciones de vida, de clientelas o por las mismas condiciones del crecimiento de la ciudad y la apertura de los mercados financieros en materia de inversión y negocios.
Los usos del suelo en el Centro fueron sustituyéndose por el comercio, bodegas, las calles fueron invadidas por comercio de mala calidad y dudosa procedencia, la vivienda se fue subdividiendo ante la demanda de familias de escasos recursos, aunado a ello, la inseguridad también ha sido un factor importante para el deterioro del Centro de la ciudad.
Los esfuerzos de las autoridades en materia de desarrollo urbano han sentado las bases para el rescate del Centro Histórico y su centralidad, con la firme idea de rehabilitarlo por sectores medios de la población, así como la rehabilitación de las viviendas de los sectores medios de la población, así como la rehabilitación de las viviendas de los sectores de escasos recursos, además de fomentar apoyos fiscales e inversionistas y negocios establecidos, con la finalidad de que exista una cooperación entre todos los actores involucrados que permita su rescate y mantenimiento.
A partir de las reformas al artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el año de 1983, el estudio de lo que, genéricamente, podemos denominar la cuestión municipal, ha ocupado diversos espacios de discusión, tanto en el medio académico como en el político.
En la academia se han realizado investigaciones tendientes a analizar los cambios en el diseño institucional de la vida municipal. Tanto desde la esfera general del Estado (marco jurídico, finanzas, planeación, descentralización, entre otros), como desde el funcionamiento de los gobiernos locales (innovaciones administrativas, modos de gestión, relación con otras esferas de gobierno); resultando una gama de enfoques y perspectivas.
Encontramos, básicamente, dos posiciones: por un lado, quienes mantienen una posición optimista respecto a la capacidad de gestión de los gobiernos locales (a partir del principio de autonomía) con efectos positivos en el nivel de vida de la población y; quienes opinan que la descentralización es una manera como el Estado rehúye responsabilidades y obligaciones, para dejarlas en manos de unos, estructuralmente, debilitados gobiernos municipales.
En los noventa es notoria la producción de una basta literatura basada en estudios de caso que, partiendo del análisis de la alternancia política en los gobiernos locales, han señalado una serie de tendencias en torno a la gestión municipal; ya sea con relación a los modelos de gestión administrativa o vinculadas al modo de relación predominante entre gobernantes y gobernados. Tales estudios coinciden en que, efectivamente, se han modificado las formas de gestión municipal. Describen experiencias de innovaciones en la estructura y operación de los aparatos administrativos sustentadas en criterios de eficiencia y eficacia; así como de una creciente participación ciudadana, vigilante, propositiva y colaboradora en los asuntos locales.
El crecimiento acelerado y desordenado de la ciudad de México, así como el incremento acelerado de la población, de su estructura física, el alto grado de concentración demográfica y de las actividades económicas, hace de la ciudad un campo propicio para la investigación y reflexión sobre diversas temáticas, sobre todo, aquellas que han adquirido mayor relevancia para el estudio sociológico.
La ciudad como todos los centros urbanos, presenta un conjunto de problemas, como son: la escasez de suelo, elevados índices de desempleo, delincuencia, crecimiento de la pobreza, déficit de vivienda, infraestructura urbana insuficiente, escasez de servicios públicos, segregación territorial, problemas de transporte, congestión y contaminación. Todos ellos en mayor o menor grado, más acentuados en las zonas periféricas que en las centrales, en algunos casos combinadas y en otros parciales, pero al fin y al cabo presentes en la ciudad de México.
El reconocimiento de la existencia y expansión de los problemas antes mencionados ha servido de marco para la delimitación del tema de investigación que tiene como antecedente el trabajo de tesis que sirvió para obtener el grado de licenciatura, pero que sigue siendo una temática poco explorada, se trata de la “calidad de vida” de aquellos sectores populares que acceden a una vivienda de interés social. Este análisis se realizó a partir de las condiciones físico/habitacionales y de gestión, es decir, a partir de las condiciones de uso y de las características internas de la vivienda, en relación con las políticas habitacionales del Estado.
En este primer trabajo se concluyó que obtener una vivienda de interés social, no necesariamente significa que los sectores que acceden a este tipo de viviendas mejoren su calidad de vida ni mejora sus condiciones habitacionales. En este trabajo se destacó que la mejora es parcial, en tanto que se trataba de la obtención de una propiedad que significó un patrimonio para la familia, pero que, a cambio de esta, se sacrifican otras necesidades básicas, como: la alimentación, educación, atención médica, esparcimiento, todas ellas necesidades familiares.
La ciudad de México se consideró por muchos años la fuente de empleo más atractiva del país, lo cual dio lugar a que miles y miles de habitantes del interior de la República se desplazaran a esta capital en busca de mejor ingreso y nivel de vida. Este hecho pronto concentro a una proporción importante de habitantes en la capital del país, generando alta densidad de población, un agudo contraste de riqueza, miseria, un creciente y caótico complejo urbano. Al paso de los años se han agudizado las condiciones de vida, de tal forma que nuestra Ciudad actualmente se enfrenta a diversos problemas, entre los que destacan: el deterioro del Medio Ambiente; la insuficiencia de vivienda; el desempleo y subempleo: el comercio en la vía Pública: la escasez de satisfactores urbanos básicos (agua, drenaje, alumbrado, etc.); la mayor demanda de educación y sobre todo el crecimiento de la delincuencia que ha afectado la tranquilidad de la población.
Todos estos factores cuya solución representan un verdadero reto, han contribuido a que los niveles de convivencia de la sociedad metropolitana se vean mermados con el tiempo, con lo cual la seguridad y armonía ciudadana se han venido deteriorando. Los actos delictivos continúan proliferando, lo que ensombrece notoriamente los esfuerzos realizados por las autoridades encargadas de la administración e impartición de justicia.
El territorio de Iztacalco presenta varios contrastes urbanos entre las colonias que lo integran, debido, principalmente, a que surgieron en distintos periodos, lo cual le ha proporcionado una problemática muy singular. Lo anterior, junto con el conocimiento previo de la delegación, así como, su tamaño relativamente pequeño, que permitió realizar con facilidad la exploración general de la zona y la existencia de muy pocos estudios enfocados en los fenómenos urbanos que tiene Iztacalco motivaron la realización de esta investigación, que pretende aportar más elementos de análisis que generen propuestas de solución a los problemas que tiene la zona.
La delegación Iztacalco comprende uno de los territorios mas antiguos y mas pequeños de todo el Distrito Federal, su saturación espacial la alcanzo desde la década de los setenta, en la década de los ochenta tenía mínimas áreas libres para continuar su crecimiento urbano, por lo que estas se aprovecharon para su crecimiento vertical, sin embargo a pesar de que en los últimos años se han construido viviendas, parece ser que estas no han sido suficientes para satisfacer la creciente demanda de la población. Es importante señalar que en 1990 fue la delegación con más alta densidad de todo el Distrito Federal, por tanto, la demanda de vivienda en el área ha sido creciente y al no haber una oferta suficiente de estas, la población se ha desplazado principalmente hacia las áreas periféricas y ha propiciado una constante pérdida de población.
Debido a la variedad de condicionantes que ocurren en la producción de viviendas para los trabajadores, en un momento determinado; la decisión de diseño es sesgada, muchas veces, por circunstancias que hacen prevalecer determinados aspectos, en detrimento de otros que tienen similar o mayor importancia. De ahí la razón de que se establezcan, en normas y reglamentos, las características mínimas que se deben observar. Estas características mínimas deben ser confrontadas regularmente con la realidad, en un proceso de retroalimentación que considere la naturaleza cambiante de los usos y costumbres de la sociedad, y además, corrobore la validez de los supuestos en que se basaron los proyectos realizados.
La razón de esta investigación estriba en la conveniencia de continuar ese proceso de retroalimentación, que confronte las normas que regulan el diseño y la construcción de los conjuntos de vivienda, para contribuir a que los futuros desarrollos de este tipo brinden mejores condiciones de vida a sus habitantes.
Con la información obtenida en el presente trabajo, se plantea realizar un análisis comparativo de las disposiciones sobre las políticas de planificación y las normas de diseño que regulan la producción de las viviendas de interés social del INFONAVIT, en confrontación con las necesidades de las familias que habitan esas viviendas, enfatizando la medida en que aquellas, responden a las necesidades de los habitantes de los conjuntos de vivienda, y la medida en que estos modifican los espacios para satisfacer de mejor manera sus necesidades.
La vivienda y los conjuntos de estas involucran en su diseño varios aspectos de diversa índole, cada uno de los cuales debe ser tratados desde sus temas más simples como desde el contexto general en que se desarrollan.
En este trabajo se denominará “Comercio en Vía Pública” a la actividad que comúnmente se define en forma incorrecta como “comercio ambulante”, siendo que se realiza habitualmente en el mismo lugar, a diferencia de los tianguis que son mercados itinerantes periódicos que operan en un circuito semanal, o de los vendedores casa por casa también llamados comisionistas independientes, los cuales son los verdaderos comerciantes ambulantes. Debido a su creciente importancia económica y política, que en forma natural le vincula a formas peculiares de uso de ciertos espacios públicos como las calles, plazas, jardines, cruceros, salidas del metro, y en general cualquier sitio que por la naturaleza de sus actividades congrega grandes concentraciones de posibles compradores, en la Ciudad de México este fenómeno ha sido objeto de numerosos trabajos de muy diversa índole y profundidad.
Frecuentemente es materia de noticia periodística tanto en medios impresos como electrónicos, particularmente cuando se producen violentos enfrentamientos entre comerciantes afiliados a distintas organizaciones que se disputan el uso del espacio urbano, pero también cuando los dirigentes del comercio establecido o los residentes manifiestan su inconformidad por la presencia de estos comerciantes.
El papel que ha tenido el desarrollo económico en el crecimiento de la Cd. De México ha sido preponderante, fungiendo la ciudad como polo de atracción para la población que busca mejores oportunidades de vida y trabajo, llegando a sobrepasar los límites político-administrativos del Distrito Federal, y extendiéndose hacia los municipios del Estado de México en su evolución metropolitana.
Las características demográficas y económicas recientes de la Zona Metropolitana en la Ciudad de México han marcado una transformación importante en la manifestación de la problemática periférica, existiendo variaciones en los comportamientos económicos y demográficos al interior de esta, que es importante conocer.
La dinámica demográfica reciente de la ZMCM, ha sido caracterizada en las últimas décadas por la disminución en el ritmo de crecimiento de población, disminución del crecimiento natural, así como el crecimiento social cuyo saldo resulto negativo entre 1985 y 1990, el despoblamiento del núcleo central del Distrito Federal, el crecimiento por expansión de la Periferia y la densificación de las áreas intermedias. Expresándose como uno de los resultados la redistribución de la población del Distrito Federal hacia los municipios conurbados y entre estos mismos.
Con respecto a la dinámica económica de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, ha sido un hecho indiscutible la tendencia al predominio del sector terciario sobre los otros dos sectores de la economía en las ultimas décadas, tendencia manifiesta tanto a nivel nacional como de la ZMCM. Para 1990, esta tendencia es evidente en los municipios conurbados vistos de manera agregada y tomando en cuenta la PEA ocupada, sin embargo, al interior de estos se pudieron observar excepciones, es el caso de seis municipios que presentan el mayor porcentaje de PEA ocupada en el sector secundario y no en el terciario, entre estos se encuentra el municipio de Tultepec.
Desde los años setenta presenciamos en todo el planeta una crisis ambiental de gran envergadura que cuestiona los modelos en los que se ha basado el desarrollo económico. Este se caracteriza por un criterio de rentabilidad económica sin considerar la escasez y la tendencia al agotamiento de recursos naturales – en especial las fuentes energéticas – y, por tanto, la relación del hombre con su medio ambiente se toma conflictiva a medida que avanza la civilización.
La preocupación por preservar el medio ambienta ha dado origen a las primeras acciones en el Mundo como la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente la Reunión sobre el Medio Ambiente en Estocolmo y la Reunión Cumbre de la Tierra en 1992 en Rio de Janeiro. De ellas han emergido documentos que contemplan propuestas de política ambiental como: la “Carta de la Tierra”, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Nuestro Futuro Común, Agenda 21, etc.
Si bien el tema del medio ambiente originalmente era abordado desde una perspectiva ecologista, basada en visiones apocalípticas sobre el uso y disponibilidad de los recursos naturales del planeta, que se oponían al crecimiento económico y demográfico, se han ido incorporando nuevos enfoques a la problemática ambiental. El enfoque del Desarrollo Sustentable es uno de los más integrales y que mayor incidencia tiene en el diseño de la política ambiental en varios países del mundo y constituye una propuesta alternativa para hacer compatible el crecimiento económico con el medio ambiente.
En este panorama se ubica la importancia del tema de investigación que me ocupa: En primer lugar, en México se ha diseñado una política ambiental basada en la influencia que tiene la escuela de la sustentabilidad en todo el mundo, y en este sentido, ha implicado que se incorpore como objeto de regulación jurídica y de planeación la severa contaminación causada entre otras fuentes por la industria. Segundo, desde la perspectiva del desarrollo sustentable se aborda la problemática ambiental en su espacio urbano como un polo de concentración de un sinnúmero de actividades y relaciones humanas con el entorno ambiental entre las que destacan la creciente circulación vehicular, la actividad industrial y los servicios.