Según el diario La Jornada, en 2016 en el país se registraron “al menos 420 conflictos socioambientales, la mayoría relacionados con minería, energía y agua, que atentan contra el equilibrio ecológico y el tejido social” (La Jornada 2016). Estos datos señalan que, de los 420 conflictos identificados, 120 corresponden a minería, 80 al sector energético y 75 están relacionados con agua; es decir, casi el 18% de los conflictos socioambientales en el país están vinculados directamente al recurso hídrico, mientras que el 28% de los conflictos están relacionados con la minería, sector en el cual el agua es un recurso indispensable para su operación. Con lo anterior, podemos expresar que existen conflictos vinculados al recurso hídrico de forma directa, en los cuales el agua es el recurso detonante del conflicto. También es posible observar que, en algunos conflictos socioambientales, en los cuales el recurso detonante del conflicto no es en principio el agua, este recurso puede verse amenazado de manera indirecta, con lo que analizar los conflictos por el agua adquiere mayor importancia en tanto que el recurso puede encontrarse amenazado de manera directa e indirecta. El tema del agua ha sido abordado desde hace ya mucho tiempo por múltiples investigadores (Kloster, 2010; Legorreta, 2006; Soto, 2007) y desde diversas perspectivas que van de lo jurídico a lo infraestructural. La paradoja de partida puede sintetizarse en la expresión según la cual “entre más crece la ciudad, más agua necesita y más agua necesita desalojar” (Legorreta, 2006). Las implicaciones de esta dinámica pueden ser abordadas desde la perspectiva físico-natural, social, incluso sanitaria. En este sentido, organismos internacionales han hecho hincapié en la importancia de garantizar agua potable y servicios sanitarios a la población, pues se afirma que “la disponibilidad de agua segura y condiciones mínimas de saneamiento son fundamentales para proteger la salud de las personas” (Organización Panamericana de la Salud, 2016). A pesar de que el derecho al agua se ha reconocido por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) como un derecho humano, aún se está lejos de poder ofrecer un acceso universal al agua potable y al saneamiento a todos los habitantes. De acuerdo con la última Encuesta Intercensal del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), las viviendas habitadas en 2015 a nivel nacional, poco más de 77% dispone de agua de la red pública en el ámbito de la vivienda, mientras que 80% cuenta con drenaje. En términos absolutos esto significa que 7,141,289 de viviendas carecen de agua de la red y pública y 6,539,358 no cuentan con drenaje público. En la Ciudad de México, según la misma encuesta, de las 2,599,081 viviendas particulares registradas, 94% está conectada a la red de drenaje y 90% dispone de agua entubada al interior de la vivienda, lo que en términos absolutos significa que hay casi 260,000 hogares que carecen de este servicio en la capital del país.
Lo a continuación expuesto consiste en un amplio recorrido temático que pretende develar el porqué del actual problema hídrico en el país, y qué caminos han llevado a ello. Se abordan las transformaciones y los efectos de la relación sociohistórica con el agua en tres escalas: a nivel nacional, el Cuenca de México (Ciudad de México) y la escala local en Azcapotzalco, mediante el análisis histórico de las relaciones e intereses de los actores alrededor de tres elementos clave: la gestión, la distribución y el acceso. Con ello, se identifican las condiciones y los efectos dados en los diferentes periodos en la construcción de las prioridades colectivas y normas sociales bajo las que se ha configurado el contexto hídrico actual. Así, el cuerpo del documento se compone principalmente de tres capítulos que exponen la línea argumentativa de la investigación y un apartado final donde se ofrecen una serie de conclusiones.
El presente trabajo de investigación es el análisis cualitativo de la influencia del concepto de resiliencia urbana en el diseño de la política de reconstrucción tras el terremoto del 19 de septiembre de 2017 en la Ciudad de México. A lo largo de esta tesis se consideró de suma importancia analizar el papel de los actores que estuvieron involucrados en el proceso de la reconstrucción y el papel que tuvieron en la fase de diseño de la política, todo ello enmarcado desde un contexto de la ciudad neoliberal. Asimismo, se destaca el análisis de casos en el que se toma como una intención comparativa el Terremoto del 27 de febrero de 2010 en Santiago de Chile en el que se consideró dicho evento telúrico como aprendizaje clave para el diseño de la Estrategia de Resiliencia de esta ciudad, así como una breve referencia del Terremoto de 1985 en México que da cuenta de la enseñanza en materia de reconstrucción. Se destaca que las condiciones de ambas ciudades son similares y que cuentan con sus propias estrategias de resiliencia urbana, pero también con sus procesos de desarrollo de capacidades sociales para enfrentar emergencias por sismos. Del mismo modo se analiza la manera en cómo se enfrentó la capital mexicana al desastre y qué actores se involucraron para la reconstrucción. Así como el papel que tuvo la ciudadanía para generar un proceso de resiliencia comunitaria como una forma alternativa de organización frente a la emergencia por el terremoto. Finalmente, y a manera de conclusión se realizó una recapitulación de la investigación sobre el cuestionamiento de las estrategias de resiliencia y su funcionalidad, así como el interés que persigue y hacia quién estaba orientada la política que iba a implementarse para recuperar a la ciudad, destacando con ello el papel preponderante de los actores económicos y sociales.
Como cada temporada de lluvias en el Valle de México, las noticias dan cuenta de la vulnerabilidad de la metrópoli ante el fenómeno de las inundaciones. En junio de 2018, mientras iniciábamos esta investigación, se anunció que una corriente de aguas negras había interrumpido la circulación sobre la calzada Ignacio Zaragoza dejando inhabilitadas 5 estaciones de la Línea A del Sistema de Transporte Colectivo Metro. Haciendo un recuento sistemático de eventos, pudimos constatar que en los últimos tres años se han presentado al menos 119 encharcamientos en esta vialidad. Las inundaciones no sólo desquician el tránsito, también ponen en riesgo la salud y el patrimonio de los habitantes en territorios específicos. Aquí un par de ejemplos que nos acercan a la magnitud del problema. El 29 de agosto de 2017, el fraccionamiento Valle Dorado en el municipio de Tlalnepantla se vio afectado por la ruptura del Túnel Emisor Poniente, provocando inundaciones de aguas negras y pérdidas materiales considerables para la población aledaña al sistema de drenaje. Dos días después, los medios de información reportaron una “lluvia histórica” que afectó a cuatro alcaldías de la Ciudad de México, registrando más de 150 puntos de encharcamiento; aunado a ello, pero al otro lado de la ciudad, el canal de aguas negras “La Compañía” amenazaba una vez más con desbordarse sobre varias colonias populares de los municipios Nezahualcóyotl y Chimalhuacán. La temporada de lluvias representa un enorme desafío para las autoridades, en particular si se considera que se llegan a presentar hasta 100 encharcamientos de forma simultánea en diferentes municipios y alcaldías. Tan sólo en la Ciudad de México, según la Secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México (SGIPC), entre 2015 y 2018 se presentaron más de 2 mil encharcamientos e inundaciones. Los desastres causados por las inundaciones en el Valle de México no constituyen un fenómeno nuevo ni tampoco “natural”. Históricamente, esta amenaza ha sido un foco de atención y debate para las autoridades, para el sector académico y más recientemente para la llamada sociedad civil. En esta arena de discusión −que remonta a la época colonial− se han vertido innumerables argumentos científicos y posibles soluciones al problema; asimismo, es en este escenario que se han configurado las decisiones políticas en materia hídrica, en particular, la construcción de obras de infraestructura que ha conducido a la artificialización del medio natural. Debido a este proceso de artificialización, se puede afirmar que hoy el riesgo por 2 inundación depende de la capacidad de la sociedad para controlar su propia obra, fruto de un acumulado de decisiones hídricas pasadas, más o menos certeras.
La inseguridad ha sido un fenómeno que ha logrado diferenciar el territorio por las situaciones de autoprotección que genera entre los habitantes, transformándolo de manera gradual y creciente. El hecho de que la inseguridad y la violencia urbana sean vividas como situaciones cotidianas, y en consecuencia que generen prácticas que sobrelleven la existencia de la delincuencia, impide una adecuada calidad de vida, además afecta en el aprovechamiento de las oportunidades de desarrollo, del disfrute de muchos derechos que no pueden ser vividos por los habitantes, esta problemática nos habla de un problema social que no está siendo atendido de manera adecuada por las instituciones y las autoridades. La Zona Metropolitana del Valle de México es un espacio heterogéneo donde es importante que los gobiernos conozcan qué pasa con los habitantes y la delincuencia, cómo se vive y afronta la problemática de la inseguridad, cómo se perciben, y basados es esto plantear propuestas que ayuden a la sociedad en su conjunto en el camino hacia la prevención. Existe una asociación directa entre las sensaciones y las características de los distintos espacios urbanos, mientras unos gestan alegría, otros provocan temor y miedo porque posibilitan ser víctima. Así la percepción de inseguridad contribuye a profundizar la fragmentación de las ciudades desde las experiencias cotidianas. Esta investigación versa sobre la importancia de rescatar la percepción que tienen sobre la inseguridad los adolescente de un municipio metropolitano, así como describir las estrategias que emplean para procurar no ser víctimas de la delincuencia y, por otra parte, correlacionar el tipo de poblamiento con las formas de habitarlo y específicamente con las diferentes formas de experimentar e imaginar la inseguridad y estrategias implementadas para enfrentarla. Las investigación se realizó en el municipio de Tultitlán Estado de México en el año 2019, se trabajó con algunas de las colonias que lo componen, se eligió a los adolescentes, como el grupo de estudio, que asisten al escuela secundaria Juan 2 Ignacio Ramírez ubicada en la colonia Buenavista, se encuentran en un rango de edad de 14 a 16 años y cursan el tercer grado de nivel secundaria. El impacto de la inseguridad es relevante porque hoy los territorios experimentan barreras simbólicas derivadas de problemas de inseguridad que afectan los distintos usos de la ciudad, esto ha dado como resultado innovaciones interesantes (prácticas) en la significación de los distintos espacios urbanos. Se han dejado de realizar actividades que parecieran insignificantes, pero que expresaban pautas socioculturales de quienes habitan los territorios y formaban parte importante de la vida en la ciudad, porque configuraban lo cotidiano y contribuían a conformar un imaginario colectivo de la urbe. Es importante rescatar estas opiniones que recogen la visión de quienes están padeciendo procesos de cambio, que son ocasionados por la injusticia, la inequidad, la falta de información y las limitadas o inexistentes acciones de gobierno que realmente respondan a las necesidades reales de los ciudadanos.
La investigación consta de cuatro capítulos en los que se analiza el impacto de la política federal de vivienda, aplicada por medio de Perímetros de Contención Urbana, elementos clave para la distribución de los subsidios a la adquisición de vivienda nueva de interés social en el periodo 2012-2018. La zona de estudio corresponde al Área Metropolitana de Guadalajara, con atención especial en el caso del municipio de Tlajomulco de Zúñiga. El tema se desarrolla desde el análisis crítico de los lineamientos y procedimientos para definir y actualizar los polígonos, hasta la evaluación de las respectivas posiciones de los principales actores nacionales y locales en materia de vivienda. La metodología incluyó la organización de varias mesas de trabajo, sobre el problema habitacional en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
El siguiente documento describe la importancia de la gestión urbana en los llamados Grandes Proyectos urbanos, que son un tipo de proyectos a gran escala que resurgieron con un nuevo enfoque en su forma de gestión, especialmente enfocada a la rentabilidad del capital, a la vez que el neoliberalismo se iba implantando en occidente, especialmente en América Latina. Estos implican la asociación de varios actores públicos y privados, nacionales e internacionales, a la vez que se cuestionan los enfoques tradicionales de planeación urbana, dado que en general su escala excede el alcance de las normativas y políticas urbanas anteriores. El documento se centra en cómo el proceso de gestión, específicamente dos de sus componentes: la planeación urbana y la inversión pública, incide en la modificación de la renta del suelo. Para llevar a cabo el objetivo de esta investigación, se analiza el proceso de gestión del GPU Desarrollo Urbano Tres Ríos, en la ciudad de Culiacán Rosales, Sinaloa, México. Comparando su proceso de gestión con un GP similar en Buenos Aires, Argentina, para después proponer un modelo econométrico que busca deducir el impacto de este proceso en la formación de precios en el mercado del suelo, dentro de la reserva territorial del proyecto, y comparado con la de la ciudad.
Presentación de libro “Dictionnaire pluriel de la marche en ville” (Diccionario plural del caminar en la ciudad)
Martes 3 de mayo del 2022 18:00-20:00 Casa de Francia – Havre 15, colonia Juárez, Cuauhtémoc, CDMX. Entrada libre.
Presenta: Jérôme Monnet (Universidad Eiffel) Comentan: Miguel Ángel Aguilar (uam-i) y Claudia Zamorano (ciesas-df)
Venta de libros en colaboración con la Librería Francesa Plaza Inn
Seminario Ciudades (in)caminables, ciudades (in)vivibles: retos de la movilidad peatonal en México
Miércoles 4 de mayo del 2022 09:30-17:30 Casa Galván – Zacatecas 94, colonia Roma, Cuauhtémoc, CDMX.
Previa inscripción:polomexico.ida@gmail.com
El caminar en las ciudades mexicanas y latinoamericanas presenta un desafío mayor en la búsqueda de ciudades más equitativas, agradables y seguras. El –aparentemente simple – acto de caminar en la ciudad enfrenta muchas barreras, dependiendo de la zona transitada, del momento, y de quienes son los caminantes. ¿En qué medida estas dificultades cotidianas impactan el uso de los espacios públicos y la libertad para todas y todos de cumplir con sus actividades diarias?, ¿Qué soluciones pueden ser encontradas en la búsqueda de ciudades más vivibles y justas?
10:30-14:00 Problemáticas urbanas en torno a la movilidad peatonal. Perspectiva desde las ciencias sociales.
Jérôme Monnet (Universidad Eiffel), Banquetas: el orden híbrido de las aceras Ernesto Licona (BUAP), El caminar: práctica narrativa situada Paula Soto (UAM-I), Desigualdades de género en la movilidad peatonal. Experiencias y significados Fernando Calonge (Universidad de Guadalajara), Sustentables y cautivas: caminar en la periferia metropolitana
Modera: Guénola Capron (UAM-A)
14:00-15:30 Comida
15:30-17:30 Políticas públicas y movilizaciones ciudadanas: hacia ciudades más caminables.
Patricio Ruiz (Céntrico), La cara joven de las calles seguras en Sinaloa Linda Moreno (Semovi) Victoria Vera (Camina, A.C.), Evaluación de calles, los datos con herramienta ciudadana. Sergio Andrade (Liga Peatonal, A.C.), Tumbando barreras peatonales desde el urbanismo participativo
En el presente trabajo se desarrolla un estudio de caso, que tiene como escenario uno de los pueblos urbanos que aún existen en la Ciudad de México: Xoco. Este territorio posee una de las 11 zonas patrimoniales localizadas en la Delegación Benito Juárez que, a pesar de las continuas transformaciones urbanas, aún conserva su riqueza identitaria y su valor histórico.
El periodo de tiempo en el que se contextualiza este trabajo es, de la década de 1980, a la fecha, ya que desde entonces, este territorio ha recibido una fuerte presión de cambio de uso del suelo que, progresivamente ha promovido su destrucción física, simbólica y social. Fue en el año 2000, Xoco se convirtió en un escenario importante de grandes proyectos urbanos, derivados de la globalización, que pretendieron revalorizar el suelo, al generar un cambio en las densidades y usos de la zona. En este tenor, en 2008 llega el megaproyecto Ciudad Progresiva, cuyo principal objetivo fue desarrollar una Torre de 60 niveles, destinada a promover vivienda, oficinas, comercios y servicios de lujo, acción que detonó un fuerte conflicto urbano entre los habitantes de la zona y los desarrolladores del proyecto que, a la fecha no ha podido ser conciliado por las autoridades de la ciudad.
El presente trabajo describe el impacto físico, social y simbólico en espacios locales e intenta comprender ¿Por qué hay un rechazo ciudadano a la construcción de megaproyectos? Partiendo del supuesto de que las identidades colectivas marcan pautas de aprobación y desaprobación hacia tendencias de la globalización.
El aporte de este trabajo es que, a pesar de que Xoco posee una identidad fragmentada y compleja, producto de la globalización económica, que ha avanzado en detrimento de las identidades colectivas tradicionales, también ha inducido el surgimiento de identidades modernas interesadas en conformarse como una ciudadanía activa, informada e interesada en lo público y en la exigibilidad y el cumplimiento de los derechos ciudadanos, capaz de incidir en la creación de mecanismos de inclusión social y transparencia en la toma de decisiones en materia de desarrollo urbano.
En la última década, el diseño y la construcción de indicadores dirigidos al estudio de la movilidad sustentable se han centrado más en la demanda y oferta de los sistemas de transporte público masivo y no motorizado de tal manera que su eficiencia de implementación ha despertado interés en las ciudades y zonas metropolitanas de Mèxico.
Si bien no se le ha dado importancia al concepto y definición de un marco teórico y metodológico de la movilidad sustentable sustantivo en la investigación en México, se identifica la debilidad que tienen los indicadores planteados por el gobierno, las instituciones y las secretarías, sectores privados y ong`s para medir, evaluar e informar sobre los “… efectos de determinadas políticas o el impacto de ciertas medidas” (Giorgi, 2003) adoptadas para optimizar los desplazamientos cotidianos de las personas y garantizar el disfrute de sus viajes en el espacio urbano de sus ciudades y zonas metropolitanas.