El día 19 de diciembre del año 2011 el Bordo Poniente (BP) cerró de forma definitiva sus puertas, propiciando con ello una problemática ambiental caracterizada por el incremento de tiraderos clandestinos eventuales y recurrentes en el Distrito Federal. En algunas colonias los tiraderos, pese a la existencia de un marco normativo, forman parte de la imagen urbana desde hace varios años, pero tras el cierre del “último basurero de la ciudad de México” la problemática alcanzó sus niveles más álgidos en las calles y espacios públicos de la colonia Morelos. La presente investigación tiene como objetivo explicar las causas que han impedido erradicar la problemática en las calles de la colonia Morelos y el barrio de Tepito
La presente investigación tiene como objetivo identificar y explicar cuáles son los factores sociales y ambientales que se gestan en la reproducción y tolerancia de los asentamientos humanos irregulares sobre áreas con valor ambiental en el Distrito Federal, sobre todo en el periodo que comprende los años 2000-2012, pues justamente fue cuando se presentaron con mayor énfasis los avances legislativos y acciones para procurar el cuidado ambiental y el rescate de las áreas antes señaladas. Aquí se analizan dos casos particulares que se localizan en la Barranca Mixcoac en la delegación Álvaro Obregón; se trata de los asentamientos Loma Nueva y Hogar y Redención, mismos que se presume representan una amenaza para los ecosistemas que se encuentran ahí, pues las prácticas cotidianas de los habitantes alteran los servicios ambientales que proporcionan estas áreas.
En éste trabajo se plantea que los habitantes de los asentamientos irregulares, antes señalados, desarrollan a través del tiempo una relación simbólica y valores arraigados hacia el lugar que habitan, así mismo, disfrutan de los beneficios ambientales de manera directa y ello les permite desarrollar una apropiación y utilización del espacio de manera particular. Lo anterior explica el por qué se niegan a ser reubicados. En ese contexto, el deterioro y la contaminación sobre las recién catalogadas áreas con alto valor ambiental se percibe de manera reducida o nula por parte de quienes las habitan, así la problemática del daño ambiental pasa por una construcción social del pensamiento colectivo, mismo que niega e ignora los impactos negativos hacia el ambiente e incluso justifica la permanencia de los habitantes en el lugar.
Por lo anterior, el presente trabajo sostiene que para el rescate y cuidado de las áreas con alto valor ambiental en el Distrito Federal es necesario que se realicen investigaciones a profundidad, las cuales permitan conocer la construcción social de la problemática ambiental gestada en cada asentamiento, pues solo así podrán desarrollarse estrategias focalizadas y particulares para intentar resolver la problemática.
La política pública federal en materia de residuos sólidos urbanos se ha venido construyendo en el tiempo; especialmente desde que se va consolidando el campo ambiental ésta toma un impulso nuevo y es a partir de los años 80’s, en base a los proyectos que el Banco Mundial impulsó, que se definen las leyes e instituciones que dan el marco general de la política actual. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en conjunto con la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GTZ), por su parte, definen a finales de los años 90, los elementos generales que una política pública relativa a residuos sólidos urbanos debe contener, todo esto en base a un estudio realizado en la región; así, con estos elementos se hace un análisis crítico sobre el diseño de la política pública federal de residuos sólidos urbanos, contenida en el Programa Nacional para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos 2009 – 2012. La investigación demuestra que la Política busca fortalecer las acciones de entidades y municipios en base a fortalecimiento de las instituciones y la legislación. Por otra parte, hay debilidades como la falta de elementos que tienen que ver con el ordenamiento territorial o el principio de gradualidad. Es de celebrarse el tener una política que responde a los diversos diagnósticos hechos previamente, sin embargo, en el futuro tendrá que integrarse un nuevo elemento como el cultural para entender las definiciones y relaciones que la población da y tiene con lo que coloquialmente se llama basura.
El presente trabajo busca contribuir a una metodología que tome en consideración el nexo existente entre fuentes de emisión, presencia de contaminantes en el medio y ubicación de la población expuesta, para lo cual toma en consideración elementos como la densidad de viajes realizados en vehículo automotor en la ZMCM por motivos de trabajo y escuela, la ubicación física de la población vulnerable; las mediciones de contaminantes como ozono y partículas de fracción respirable (PM10); así como su toma diaria y coeficiente de riesgo del grupo de personas de interés (edad productiva, en formación y la población vulnerable).
A partir de estos se obtuvieron los siguientes insumos. Los puntos geográficos, con mayor atracción para la población. A partir de estos se obtuvieron los siguientes insumos. Los puntos geográficos con mayor atracción para la población, en función de sus actividades cotidianas, tanto productivas como de consumo, lo que hice posible visualizar dónde se asientan las personas en un tiempo determinado; el lugar donde se asientan físicamente las personas consideradas como susceptibles de acuerdo con estudios médicos; las concentraciones de los contaminantes emitidos por fuentes móviles y fijas, principalmente los puntos donde se alcanzan niveles alarmantes de concentración de O2 y PM10, y la toma diaria y su coeficiente de riesgo de los grupos de población señalados.
En general, podemos observar que la concentración de la población en edad productiva y de formación, responde a la localización de las actividades económicas y del equipamiento e infraestructura. En tanto que el asentamiento de la población susceptible obedece más a cuestiones económicas y de la propia dinámica urbana y habitacional.
La actividad humana es la principal causa de contaminación del aire, a raíz del desarrollo industrial y tecnológico que convergen en las grandes ciudades. Uno de los factores más importantes es la movilidad de los vehículos automotores, y particularmente los más contaminantes, como los vehículos pesados que funcionan a diesel. En la Zona Metropolitana del Valle de México, la regulación para este tipo de vehículos se da de manera voluntaria y en condiciones laxas en comparación con los automóviles a gasolina. La importancia de su regulación tiene que ver con la relación que existe entre la contaminación del aire y los problemas de salud en la población. Es por eso que esta investigación desarrolla el tema a partir de la gestión metropolitana del aire, develando cuáles son las principales causas que impiden que exista una regulación efectiva y eficaz para este tipo de transporte en todo el valle de México, abordándolo desde los problemas de gestión y gobernanza metropolitana, así como desde los conflictos de interés que tienen los actores involucrados.
La presente investigación pone frente a frente a la basura y a los residuos sólidos (urbanos), dos visiones, dos objetos y dos formas de actuar ante la problemática que ponen de manifiesto ambos. La primera, respaldada por el paradigma higiénico, debe ser expulsada del entorno humano, la segunda, apoyada en lo que es el desarrollo sustentable, debe ser internalizada por las diversas actividades humanas. Así, con una intervención pública y una nueva práctica, se busca pasar de una visión todavía arraigada en la población, a una nueva forma de hacer las cosas para enfrentar los retos que ambos objetos plantean. Partiendo de que ambos objetos tienen una representación social se analiza si la representación de la basura se transforma a una de residuos sólidos a causa de la puesta en marcha del Programa de Gestión Integral de Residuos y de la Norma Ambiental del Distrito Federal 024 (NADF-024-AMBT-2013). Mediante una encuesta en redes sociales y acudiendo a la asociación libre de términos, se encuentra que ambos objetos se definen bajo los mismos términos pero se saben diferentes, así mismo, la difusión del programa y la norma es efectiva. Por otra parte, la práctica, si bien es llevada a cabo por la población, no es acompañada por los marcos normativos y estructurales por lo que hay decepción y desconfianza por parte de la personas manteniendo percepciones erróneas sobre el manejo de la basura. Basura o residuos sólidos, esa es la cuestión.
En México más de la mitad de la población radica en territorios metropolitanos, lo que implica una compleja coordinación entre distintas instituciones y niveles de gobierno para la solución de problemas específicos, como los referentes al ambiente. Así, las relaciones intergubernamentales (RIG) son un elemento fundamental para explicar la coordinación de políticas en un contexto adverso, como el metropolitano. En la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), la institución que concentró las acciones en materia ambiental fue la Comisión Ambiental Metropolitana (CAM), que opera en 18 municipios del Estado de México y las 16 Delegaciones del Distrito Federal, en ésta se gestan políticas que requieren la participación de los tres niveles de gobierno, distintas instituciones y la construcción de acuerdos entre diferentes unidades político-administrativas. El objetivo del texto es exponer el efecto de las RIG en la coordinación metropolitana, usando como estudio de caso la CAM, el marco legal existente, la percepción de funcionarios (derivadas de entrevistas) y el resultado de la implementación de acciones (evaluación oficial de diversos programas que se llevan a cabo en el marco de la comisión), para contribuir al debate generado por la conformación de un megaproyecto institucional denominado Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAME), que absorbe las funciones de la CAM y suma 18 municipios más del Estado de México, 29 de Hidalgo, 33 de Morelos, 22 de Puebla y 60 de Tlaxcala, cuyo decreto de creación fue publicado en el Diario Oficial de la Federación en Octubre de 2013.
El propósito de esta investigación es conocer el impacto que ha tenido la creación de corredores peatonales, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, para el ambiente en relación a la contaminación auditiva y su papel en la creación de una ciudad caminable, pues partimos del supuesto que los corredores peatonales han tenido un impacto positivo al disminuir los niveles de ruido al conformarse como espacios peatonales, limitar el paso de vehículos e instalación de comercio informal en las calles, que son importantes fuentes generadoras de ruido. Mediante un trabajo que incluyó realizar mediciones de ruido en los corredores y entrevistas a los usuarios de estos espacios, buscamos generar información que nos permitiera analizar el impacto que tuvo la creación de los corredores peatonales.
El día 19 de diciembre del año 2011 el Bordo Poniente (BP) cerró de forma definitiva sus puertas, propiciando con ello una problemática ambiental caracterizada por el incremento de tiraderos clandestinos eventuales y recurrentes en el Distrito Federal. En algunas colonias los tiraderos, pese a la existencia de un marco normativo, forman parte de la imagen urbana desde hace varios años, pero tras el cierre del “último basurero de la ciudad de México” la problemática alcanzó sus niveles más álgidos en las calles y espacios públicos de la colonia Morelos. La presente investigación tiene como objetivo explicar las causas que han impedido erradicar la problemática en las calles de la colonia Morelos y el barrio de Tepito.
La intención de este trabajo es hacer una reflexión acerca de las características que guarda la prestación de los servicios públicos en el Municipio de Tlalnepantla a partir del proceso de Reforma del Estado en México, y concretamente la Reforma Administrativa.