De acuerdo con distintos autores (Finck, 2015, 2020; Báez y Casimiro, 2016) y con el Gobierno de la Ciudad de México (2020), el origen del fenómeno del bicitaxismo en el país puede identificarse a inicios de la década de los años 90 del siglo XX, primordialmente en el centro histórico de la Ciudad de México, como consecuencia de una demanda de movilidad no satisfecha por parte de la red de transporte público, debido a las condiciones físicas y sociales del primer cuadro de la ciudad (calles estrechas y ocupadas por el comercio informal que dificultan la movilidad de transporte motorizado, así como una creciente demanda de transporte turístico en la zona). No obstante, su surgimiento y propagación no pueden entenderse sin tomar en cuenta distintos factores contextuales, tales como las formas predominantes de producción del espacio habitacional en la Zona Metropolitana del Valle de México, ZMVM, el acelerado crecimiento y segregación urbana iniciado durante el periodo industrial, así como la reducción de las funciones del estado en materia de movilidad, como consecuencia de la implementación del neoliberalismo, desde la década de los 80, y más intensamente en los años 90 del siglo pasado (Cfr. Damián, 2010).